¿Has escuchado sobre la inflamación de bajo grado?
La inflamación de bajo grado es un proceso silencioso y continuo dentro del cuerpo. No provoca síntomas evidentes, pero con el tiempo puede dañar tejidos, alterar hormonas y favorecer enfermedades metabólicas.
Dra. Berenice Ortega
12/2/20251 min read


A diferencia de la inflamación aguda —cuando hay dolor, enrojecimiento o hinchazón por un golpe o infección—, aquí el cuerpo mantiene una “alarma encendida” de manera constante.
¿Por qué sucede?
Este tipo de inflamación aparece porque el organismo responde, día tras día, a pequeñas agresiones como:
Exceso de grasa corporal (especialmente abdominal)
Alimentación alta en azúcares, harinas refinadas y ultraprocesados
Falta de movimiento
Alcohol y tabaco
Toxinas ambientales (contaminación, pesticidas, plásticos, metales pesados)
Alteraciones en la microbiota intestinal
Poco descanso y desregulación del ritmo circadiano
Estas cargas repetidas activan al sistema inmune de manera constante, aunque sin llegar a una inflamación fuerte.
Por eso se llama “de bajo grado”:
✔ No duele
✔ No se siente
✔ Pero sí genera daño sostenido
¿Por qué es importante detectarla?
Porque este estado inflamatorio se ha relacionado con:
Resistencia a la insulina
Hígado graso
Obesidad
Hipertensión
Alteraciones hormonales
Intestino permeable
Cansancio crónico
Envejecimiento acelerado
Conocerla es el primer paso para atenderla desde un enfoque funcional y recuperar el equilibrio del cuerpo.
